Las directrices actuales exigen aumentar la ingesta de grasas insaturadas en la dieta y al mismo tiempo reducir las grasas saturadas para prevenir enfermedades cardiometabólicas, que incluyen ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, diabetes y resistencia a la insulina.

El nuevo estudio, publicado en Nature Medicine, demostró que una sustitución dietética controlada de grasas saturadas por grasas insaturadas puede ser buena para la salud y reducir el riesgo cardiometabólico.

Para el estudio, el equipo involucró a 113 participantes que se dividieron en dos grupos: uno consumía una dieta rica en grasas animales saturadas, mientras que el otro grupo tenía una dieta rica en grasas vegetales insaturadas.

Estos fueron seguidos durante 16 semanas y sus muestras de sangre se analizaron mediante lipidómica o un análisis de grasas en la sangre.

Una puntuación multilípida (MLS) más alta. Se descubrió que una dieta saludable rica en grasas se asociaba con un 32 por ciento menos de incidentes de enfermedades cardiovasculares y un 26 por ciento menos de casos de diabetes tipo 2.

El "estudio confirma con aún más certeza los beneficios para la salud de una dieta rica en grasas vegetales insaturadas, como la dieta mediterránea, y podría ayudar a proporcionar consejos dietéticos específicos a quienes se beneficiarían más al cambiar sus hábitos alimentarios", afirmó Clemens Wittenbecher, líder de la investigación. en la Universidad Tecnológica de Chalmers en Suecia.

El estudio también demostró que es posible medir con precisión los cambios de grasa en la sangre relacionados con la dieta y vincularlos directamente con el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. También destacó el potencial de las puntuaciones basadas en lipidómica para orientar y monitorear intervenciones dietéticas en enfoques de nutrición de precisión guiados por biomarcadores.