El estudio de la Universidad George Washington reveló niveles preocupantes de metales pesados ​​en un porcentaje significativo de los productos de cacao en los EE. UU., siendo los productos orgánicos los que muestran niveles de contaminación más altos.

Dirigido por Leigh Frame y el estudiante de medicina Jacob Hands de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de GW, analizó 72 productos de cacao de consumo, incluido el chocolate amargo, durante un período de ocho años para detectar contaminación por plomo, cadmio y arsénico.

Los hallazgos fueron publicados el miércoles en la revista Frontiers in Nutrition.

Indicaron que el 43 por ciento de los productos estudiados excedieron el nivel de dosis máxima permitida para el plomo y el 35 por ciento para el cadmio. Ningún producto superó el límite de arsénico. En particular, los productos orgánicos exhibieron niveles más altos de plomo y cadmio que sus homólogos no orgánicos.

Leigh Frame, directora de medicina integrativa de GW, enfatizó la moderación en el consumo de chocolate y otros alimentos que pueden contener metales pesados, como pescados grandes como el atún y arroz integral sin lavar. "Si bien no es práctico evitar por completo los metales pesados ​​en los alimentos, es crucial tener en cuenta qué y cuánto se consume", aconsejó Frame.

El estudio utilizó un umbral de niveles de dosis máximos permitidos para evaluar el alcance de la contaminación. Para la mayoría de los consumidores, una sola porción de estos productos de cacao puede no representar riesgos significativos para la salud, pero múltiples porciones o el consumo combinado con otras fuentes de metales pesados ​​podrían llevar a una exposición que exceda los niveles seguros.

Los alimentos con altos niveles de plomo incluyen mariscos, vísceras y alimentos o suplementos cultivados en suelos contaminados o importados de países con regulaciones menos estrictas.

En cuanto al cadmio, la preocupación se extiende a determinadas algas, en particular el Hijiki. Los consumidores deben ser conscientes de los posibles riesgos de exposición acumulativa, especialmente con los productos de cacao orgánico.

A pesar de los supuestos beneficios para la salud del chocolate amargo, incluidas las ventajas cardiovasculares y cognitivas, el estudio destaca la necesidad de realizar más investigaciones, especialmente considerando la contaminación por metales pesados.