Investigadores del Consorcio Alemán contra el Cáncer (DKTK) del Centro de Tumores de Alemania Occidental en Essen han realizado un nuevo descubrimiento que podría revolucionar el tratamiento de los glioblastomas.

En la médula ósea cercana a estos tumores, encontraron grupos de potentes células inmunitarias que desempeñan un papel crucial en la defensa del cuerpo contra el cáncer.

Los glioblastomas tienen un pronóstico desalentador, con una esperanza de vida promedio de menos de dos años una vez que se agotan todas las opciones terapéuticas. Sin embargo, los nuevos hallazgos revelan que el sistema inmunológico del cuerpo monta una defensa localizada contra estos tumores. Este descubrimiento desafía la comprensión convencional del sistema inmunológico como una entidad holística que envía células inmunitarias por todo el cuerpo según sea necesario.

Bjorn Scheffler, investigador del DKTK en Essen, calificó el descubrimiento de "sorprendente y fundamentalmente nuevo". Los investigadores identificaron células inmunitarias muy eficaces, incluidos linfocitos T citotóxicos maduros (células CD8), en los nichos de la médula ósea cercanos al tumor. Estas células son vitales para reconocer y destruir células malignas, lo que sugiere una respuesta inmune localizada al glioblastoma.

Esta investigación utilizó muestras de tejido humano de pacientes con glioblastoma no tratados, estableciendo nuevos métodos para examinar la médula ósea cerca de los tumores. La presencia de células CD8 en la médula ósea y su correlación con la progresión de la enfermedad sugiere que estas células inmunes están combatiendo activamente el tumor.

El descubrimiento tiene implicaciones importantes para las estrategias de tratamiento actuales. Ulrich Sure, director del Departamento de Neurocirugía y miembro del equipo de investigación de Essen, expresó su preocupación de que los procedimientos quirúrgicos pudieran destruir inadvertidamente estas valiosas células inmunes. El equipo está explorando formas de minimizar el daño a la médula ósea local durante la cirugía.

Los hallazgos también reavivan el interés en inmunoterapias como los inhibidores de puntos de control, cuyo objetivo es mejorar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer. Ensayos anteriores mostraron una eficacia limitada contra los glioblastomas, pero los nuevos datos sugieren que apuntar a las células inmunitarias localizadas en la médula ósea podría mejorar los resultados.

Este descubrimiento abre la puerta a terapias innovadoras que podrían brindar nuevas esperanzas a quienes luchan contra los glioblastomas.