En Tel Aviv [Israel], el alto funcionario de Hamás, Zaher Jabrin, llamó a los jordanos a levantarse contra Israel el sábado por la noche, colocando al rey Abdullah en una posición precaria. Los avances estratégicos de Irán a lo largo de la frontera entre Líbano e Israel han envalentonado a Teherán para extender su influencia a Jordania.

Pero los comentarios de Jabrin no fueron la salva inicial de los intentos de llevar a Jordania a la órbita de Irán y rodear a Israel.

Tras el asesinato en diciembre del predecesor de Jabrin, Saleh Arouri, Jabrin llamó a los palestinos de todo el mundo a defender Jerusalén. De manera similar, Khaled Mashal provocó disturbios en todo el país en abril cuando instó a los jordanos a "mezclar sangre árabe con sangre palestina". El discurso conmocionó a todo el reino, provocando manifestaciones y enfrentamientos.

Ese mismo mes, Musa Abu Marzouk, alto funcionario de Hamás, sugirió que si Qatar expulsara a Hamás, el grupo terrorista se trasladaría a Jordania. Esta declaración fue percibida como una amenaza directa por los funcionarios jordanos, que la vieron como una declaración de guerra. El razonamiento de Abu Marzouk se basó en el hecho de que muchos miembros de Hamás tienen ciudadanía jordana.

Sin embargo, Jordania, que expulsó a Hamas en 1999, considera el regreso del grupo terrorista –especialmente facilitado por Irán– como una amenaza significativa a la seguridad nacional del reino.

Irán ejerce presión sobre Jordania a través de sus milicias estacionadas a lo largo de los 179 kilómetros de frontera entre Irak y Jordania. Los informes indican que decenas de miles de reclutas chiítas, incluidos reclutas jordanos e iraquíes, se están movilizando en estas milicias.

El rey Abdullah de Jordania se ha encontrado cada vez más aislado en esta lucha. Ha pedido urgentemente apoyo a las naciones árabes y a Estados Unidos, destacando el papel fundamental que desempeña Jordania como Estado tapón entre Israel y el bloque iraní. Israel y Jordania comparten una frontera de 350 kilómetros.

Muchos de los misiles y drones lanzados por Irán en un ataque de abril contra Israel fueron interceptados por el ejército jordano en el espacio aéreo jordano. Esto llevó a Teherán a amenazar con que Jordania "será el próximo objetivo" si Ammán interviene ante Israel. Los iraníes incluso lanzaron una campaña de desinformación afirmando que Ammán permitió a la Fuerza Aérea israelí utilizar el espacio aéreo jordano y albergaba un centro de mando de la coalición.

Además, los ataques contra el transporte marítimo del Mar Rojo por parte de los hutíes respaldados por Irán hicieron que el tráfico en el puerto de Aqaba cayera alrededor de un 20 por ciento en el primer trimestre de 2024, en comparación con el mismo período de 2023, según informes de los medios jordanos.

Más allá de las provocaciones políticas, Jordania ha estado lidiando con un esfuerzo concertado para contrabandear armas a su territorio, destinadas a ser utilizadas dentro de Israel. Las autoridades israelíes atribuyen estas operaciones a la financiación y el apoyo logístico iraníes, canalizados a través de la juventud palestina y la infraestructura terrorista de Hamás dentro de los campos de refugiados, en particular el campo de refugiados de Jenin.

Irán afirma que sus acciones apoyan la causa palestina. Sin embargo, las autoridades jordanas reconocen que su reino podría ser el próximo objetivo en el punto de mira de Irán.