Nueva Delhi, Fitch Ratings revisó el viernes su perspectiva para la importante siderúrgica local Tata Steel a negativa debido a la incertidumbre que rodea el cambio de las operaciones de la compañía en el Reino Unido.

Sin embargo, el sólido crecimiento esperado en las operaciones de Tata Steel en India y las probables ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) en las operaciones holandesas en el año fiscal 25 pueden compensar cualquier pérdida en las operaciones del Reino Unido, dijo Fitch Ratings en un informe.

"Fitch Ratings revisó la perspectiva de la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) de Tata Steel Limited (TSL) con sede en India a Negativa, desde Estable, y afirmó la IDR en 'BBB-'.

"También hemos afirmado la calificación de los bonos de mil millones de dólares con vencimiento en julio de 2024 emitidos por la filial de TSL, ABJA Investment Co. Pte. Ltd. y garantizados por TSL, en 'BBB-'", dice el comunicado, y agrega que la perspectiva negativa refleja incertidumbre en torno a la recuperación de las operaciones en el Reino Unido.

La agencia de calificación dijo además que el cambio en las acciones del gobierno del Reino Unido y de los sindicatos para salvar la pérdida de empleos en las operaciones de TSL en el Reino Unido puede retrasar su plan para reducir las pérdidas hasta el año fiscal 25.

Tata Steel posee 3 millones de toneladas por año (MTPA) en la planta de Port Talbot en el sur de Gales y emplea a alrededor de 8.000 personas en todas sus operaciones en ese país.

Como parte de su plan de descarbonización, la empresa está cambiando a un proceso de horno de arco eléctrico (EAF) de bajas emisiones desde la ruta de alto horno (BF), que está llegando al final de su ciclo de vida.

En septiembre de 2023, Tata Steel y el gobierno del Reino Unido acordaron un plan de inversión conjunto de 1.250 millones de libras para ejecutar planes de descarbonización en la planta de fabricación de acero de Port Talbot en Gran Bretaña.

De los 1,25 mil millones de libras, 500 millones de libras fueron aportados por el gobierno del Reino Unido.