Israel no se ha atribuido la responsabilidad de los incidentes, en los que los buscapersonas portátiles explotaron simultáneamente, matando al menos a ocho personas e hiriendo a más de 2.800, incluidos miembros de Hezbollah, según cifras del Ministerio de Salud libanés según informó la agencia de noticias Xinhua.

En un comunicado, Hezbollah dijo que está llevando a cabo investigaciones científicas y de seguridad para identificar las razones detrás de estas explosiones, y agregó que el grupo está "en el más alto nivel de preparación para defender al Líbano y a su pueblo".

En una declaración separada, el grupo chiita culpó a Israel por "este ataque criminal", prometiendo tomar represalias.

Un funcionario del gobierno israelí, que habló bajo condición de anonimato, dijo a Xinhua que la reunión de evaluación de seguridad se centraba en las posibles respuestas israelíes a una posible escalada provocada por las explosiones.

Las autoridades locales en el norte de Israel han pedido a los residentes que permanezcan cerca de los refugios y han reforzado las habitaciones seguras, citando preocupaciones sobre una posible escalada.

Los incidentes se produjeron después de que el gabinete de seguridad de Israel decidiera el martes ampliar los objetivos de la operación militar en la Franja de Gaza para incluir el regreso seguro de los residentes del norte de Israel que fueron evacuados debido al actual conflicto con Hezbollah a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano.

La decisión, ampliamente vista como un paso hacia una mayor escalada, siguió a las advertencias de Netanyahu y Gallant de que Israel estaba preparado para intensificar el conflicto.