Shimla (Himachal Pradesh) [India], el Gobernador de Himachal Pradesh, Shiv Pratap Shukla, y el Ministro Principal, Sukhvinder Singh Sukhu, han felicitado al pueblo del estado, en particular a los hermanos musulmanes, en vísperas de la auspiciosa ocasión del Eid-ul-Adha (la fiesta de sacrificio).
Al extender sus saludos en la ocasión, el Gobernador esperaba que este festival difundiera el mensaje de paz y amor entre las comunidades de todo el mundo. Rezó al Todopoderoso para que llene la vida de las personas de felicidad y salud, se lee en un comunicado.
El Ministro Principal esperaba que este festival fortaleciera aún más los lazos de paz, unidad y hermandad. Rezó para que el festival pueda difundir el mensaje de buena voluntad en la sociedad y contribuir en gran medida a fortalecer la unidad y la integridad entre las personas, añadió.
Eid Al-Adha es una ocasión sagrada y se celebra el décimo día de Dhu al-Hijjah, el duodécimo mes del calendario islámico o lunar. Marca el final de la peregrinación anual Hajj.
El festival es una ocasión de alegría y paz, donde la gente celebra con sus familias, deja atrás rencores del pasado y establece conexiones significativas entre sí. Se celebra como una conmemoración de la voluntad del profeta Abraham de sacrificarlo todo por Dios.
Al extender sus saludos en la ocasión, el Gobernador esperaba que este festival difundiera el mensaje de paz y amor entre las comunidades de todo el mundo. Rezó al Todopoderoso para que llene la vida de las personas de felicidad y salud, se lee en un comunicado.
El Ministro Principal esperaba que este festival fortaleciera aún más los lazos de paz, unidad y hermandad. Rezó para que el festival pueda difundir el mensaje de buena voluntad en la sociedad y contribuir en gran medida a fortalecer la unidad y la integridad entre las personas, añadió.
Eid Al-Adha es una ocasión sagrada y se celebra el décimo día de Dhu al-Hijjah, el duodécimo mes del calendario islámico o lunar. Marca el final de la peregrinación anual Hajj.
El festival es una ocasión de alegría y paz, donde la gente celebra con sus familias, deja atrás rencores del pasado y establece conexiones significativas entre sí. Se celebra como una conmemoración de la voluntad del profeta Abraham de sacrificarlo todo por Dios.